domingo, 3 de junio de 2012

El eterno dilema, ¿intuición o espera?


La Copa Argentina  le está dando a nuestro fútbol un nuevo marco al que no estamos acostumbrados, la definición por penales (el 41% de los encuentros se definieron por esta vía). Ayer domingo se jugaron las semifinales de este certamen y las dos se definieron por penales, Boca- Deportivo Merlo por un lado y Racing- River por el otro. El resultado ya es conocido por todos, Boca y Racing a la final, pero corresponde hacer foco en una cuestión que tiene que ver con este método de definición. ¿Qué actitud debe tomar el arquero ante la ejecución?

La respuesta a la pregunta no se encuentra inmediatamente, sin embargo analizando varias definiciones de penales se puede concluir que es mejor quedarse parado esperando la definición del rival que elegir un lado y arrojarse previo a la ejecución. La afirmación no vale sin ejemplos, y en los partidos mencionados se vieron varios.

Innegable  la categoría de Román
a la hora de la ejecución.

La gran mayoría de los diarios del país y portales de internet de hoy van a hacer una mención especial a la exquisita definición de Riquelme, pero si Capogrosso hubiese esperado el remate del 10 hoy todos estarían hablando del bochornoso penal del ex Villarreal, ya que el arquero hubiese tenido tiempo suficiente de haber detenido el penal a su gusto. Por el otro lado Sosa hizo lo que suele hacer, esperar al rival, pero solo atajó uno, prueba fehaciente del hecho que los penales no son una lotería contrariamente a lo que se dice habitualmente, ya que el arquero uruguayo no pudo parar los primeros tres penales ni el 5° simplemente por estar bien ejecutados. Si un disparo está bien esquinado o tiene la potencia suficiente hace inútil cualquier intento del arquero después de ejecutado  el tiro. Pero la cuestión está en el hecho de que en una tanda de penales no todos están bien ejecutados, y si el arquero espera puede detener fácilmente un penal mal efectuado.

La pelota pasa exactamente
por donde estaba Chichizola.
El otro partido confirma aún más lo dicho, por un lado Saja atajó el último penal de esta manera mientras que Chichizola se perdió, posiblemente de parar el tercer disparo, y definitivamente de parar el de Hauche que fue a ras del suelo, sin mucha potencia y al medio del arco.

Si un arquero espera inmóvil la ejecución, siembra la duda en el ejecutante, que debe buscar disparar con potencia y lo más esquinado posible, aumentando considerablemente el margen de error. Cualquier método es válido para parar un penal, mientras este dentro del reglamento y le de confianza al arquero, sirve. Al fin y al cabo el "1" de River detuvo el disparo de Gio Moreno intuyendo a donde iba el disparo.

No hay un manual del arquero de fútbol, pero si lo hubiera debería decir que es preferible esperar a que el rival remate e intentar seguir la trayectoria del balón, que intentar intuir hacia donde va a ir el remate y arrojarse hacia ese lado un instante antes del disparo. Las pruebas están a la vista.

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